Ciudad: Valledupar
País: Colombia
Ingeniería: Schaller Tech
Proyecto arquitectónico: Gustavo Vasquez
Fotos: Sebastian FrancoLa nueva catedral de Santo Eccehomo, la iglesia más grande de Colombia, nace de la necesidad de ofrecer a la archidiócesis de Valledupar, en constante expansión, un templo capaz de acoger a los miles de fieles que se reúnen con ocasión de las principales celebraciones.

El arquitecto Gustavo Vasquez, encargado en 2013 del proyecto de la nueva Catedral, ha dado forma a un espacio capaz de acoger a unas 4.000 personas en una arquitectura moderna que mantiene una fuerte identidad religiosa. El proyecto de Vasquez expresa simbólicamente la ascensión de los fieles hacia Dios, desde el infierno hasta el Paraíso. El arquitecto ha realizado en la fachada grandes tabiques que representan los 7 sacramentos de la fe católica. Procediendo desde los extremos hasta el centro, los tabiques son cada vez más altos para culminar en la torre del campanario donde se encuentra el imponente crucifijo. La Iglesia, con planta central, está constituida por una única sala de unos 60 metros de anchura distribuida de modo que la asamblea se pueda reunir alrededor del Obispo Diocesano y del altar donde se ofrece el Sacramento de la Eucaristía. Como en la mayor parte de las iglesias de concepción moderna, en la Catedral de Valledupar el espacio también vive de luz. De hecho, es estrecha la relación entre la arquitectura y la luz natural, que es parte fundamental de este proyecto. Once grandes vidrieras polícromas representan la fe cristiana y la cultura Vallenata y permiten la entrada de abundante luz. A éstas se añaden las grandes ventanas colocadas en los tabiques de la cubierta que dirigen la luz hasta la parte central de la sala reduciendo al mínimo la necesidad de luz artificial.

El concepto luminotécnico se ha desarrollado teniendo en consideración el importante papel de la Catedral que, de hecho, acoge las celebraciones religiosas más importantes del país. Se ha focalizado por lo tanto en la integración entre luz natural y luz artificial, en la valorización de la arquitectura y en la posibilidad de crear escenografías diferentes en función de las diversas funciones litúrgicas. Esta última necesidad ha encontrado respuesta en el uso de un sistema de control DALI capaz de crear y recrear escenografías diferentes en función de los diferentes acontecimientos. Además, esto ha permitido un ahorro energético notable y una gran facilidad de gestión para los usuarios.

Indoor
Internamente, la Catedral está constituida por el aula principal, la capilla y el Baptisterio. La sala se encuentra inundada de luz gracias a las grandes superficies de cristal situadas en el perímetro y en el techo. Un espacio neutral, inmenso, donde la iluminación artificial tiene la función de acompañar la acción de las diversas funciones litúrgicas y de focalizar la atención en la zona del altar que aparece como una especie de fondo escenográfico. Los diversos sistemas de iluminación utilizados se encuentran, por lo general, ocultos a la vista. La iluminación escenográfica que evidencia los planos verticales a lo largo de la pared posterior al altar, se obtiene mediante tiras de LED instaladas en un perfil realizado a medida situado a lo largo de todo el perímetro. El efecto rasante exalta la textura de la superficie donando una gran materialidad y enfatizando la alternancia neta y precisa entre los espacios llenos y vacíos. Las únicas luminarias a la vista con STORE MINI empotradas en el techo, proyectores en miniatura que garantizan la iluminación general de la sala, del altar y de las esculturas. La baja luminancia de su sistema óptico permite obtener una iluminación controlada a pesar de la gran altura de la instalación.

Outdoor
La iluminación de la parte externa es sobria y solemne y acentúa la tridimensionalidad de la arquitectura, sin ninguna luminaria a la vista. El resultado de profundidad natural y tridimensionalidad se obtiene a través de un juego de reflejos. Un único proyector lineal con óptica grazing se encuentra fijado en la base de la pared posterior de cada uno de los tabiques de modo que iluminan la superficie sobre la que se encuentran instalados en toda su altura así como el pórtico superior. La pared del tabique se convierte así en una gran superficie reflectante que ilumina de manera suave y uniforme la gran pared que se encuentra enfrente. El resultado es una alternancia de espacios llenos y vacíos donde la arquitectura adquiere una profundidad natural. Las vidrieras polícromas, que durante el día irradian luz de colores hacia el interior, durante las horas nocturnas difunden al exterior la luz artificial emitida por proyectores lineales; un mensaje de reclamo y bienvenida dirigido a la comunidad. El recorrido de acceso principal está marcado por una tira de led doble a ambos lados que, como una guía luminosa, acompaña al visitante en su recorrido de fe. La gran escalinata de acceso ofrece una iluminación que indica el camino mediante luminarias ZEDGE en versión pequeña, realizadas con un acabado del mismo color de la piedra del revestimeinto, para una integración total de la luz con la arquitectura.